¿Qué es la Innovación para el Diálogo? | Innovación para el diálogo | DW | 31.08.2023
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Introducción

¿Qué es la Innovación para el Diálogo?

Nuestra esfera pública se ha convertido en una esfera de información digital. Esta transformación en curso está creando enormes oportunidades, pero también conlleva enormes retos.

Fomentar la innovación para mejorar el diálogo público en la esfera digital es una misión importante para el desarrollo de los medios de comunicación. DW Akademie ha identificado la innovación para el diálogo como un campo de acción clave en su estrategia digital. Responde así a una serie de retos.

No hay igualdad de condiciones

Es cierto que gracias a la transformación digital las personas pueden participar y dar forma a los debates sociales de muchas formas nuevas. La tecnología ofrece infinitas posibilidades para que la información esté rápidamente disponible. Ahora todo el mundo puede compartir y comentar inmediatamente esa información. La gente puede dialogar sobre asuntos públicos de nuevas maneras. Los temas pueden debatirse en diversas redes sociales, foros de comentarios o plataformas de mensajería.

Sin embargo, las herramientas tecnológicas existentes y los planteamientos actuales a menudo no garantizan unas condiciones de libertad e igualdad para todas las personas. Tampoco garantizan el derecho de todo el mundo a la libertad de expresión ni incluyen a todos los grupos relevantes, como las comunidades desfavorecidas e infrarrepresentadas, en las conversaciones sobre asuntos públicos.

Las empresas privadas controlan infraestructuras cruciales para la esfera pública

Han surgido nuevas barreras. El acceso a equipos técnicos, ordenadores, teléfonos inteligentes, acceso a Internet y datos asequibles, así como los conocimientos, habilidades y competencias para manejar la tecnología, son condiciones previas para participar en debates públicos. El idioma se convierte en otra barrera cuando la gente no puede encontrar suficientes contenidos en su lengua materna.

Las nuevas tecnologías ofrecen nuevas vías para que la información se haga visible, se amplifique y se jerarquice. Definen qué información tendrá más posibilidades de formar parte de los debates públicos y dominarlos. Periodistas y medios de comunicación ya no son quienes guardan la información y dirigen los debates. Han sido sustituidos por plataformas de medios sociales, creadas y mantenidas por empresas privadas que proporcionan una infraestructura crucial para la esfera pública. Sus algoritmos, que definen fundamentalmente el carácter del debate público, se optimizan principalmente para aumentar los ingresos publicitarios en lugar de garantizar que los debates públicos desarrollen todo su potencial. Los Estados intentan cada vez más regular estas plataformas y obligar a que se tenga igualmente en cuenta el interés público, pero el modelo de negocio fundamental de las plataformas, proporcionar infraestructura a cambio de datos, permanece inalterado.

Este ecosistema de información digital está, por tanto, lleno de fricciones y turbulencias. Nuestra esfera pública se está reduciendo puesto que:

  • grupos de intereses específicos con influencia y dinero, a menudo con opiniones minoritarias, tienen muchas posibilidades de dirigir los debates públicos a favor de sus intereses. Agentes malintencionados como extremistas expertos en tecnología, grupos terroristas o Estados autoritarios pueden secuestrar fácilmente los debates para ponerlos al servicio de sus fines;
  • la información no fiable se propaga con rapidez y los agentes malintencionados utilizan con frecuencia estas plataformas para compartir desinformación y propaganda. Despliegan bots sociales como "armas" para amplificar sus opiniones, desviar los debates políticos y perturbar las elecciones;
  • por un lado, la información parece abundante, pero a menudo la población se siente abrumada, desorientada y dubitativa. Carece de filtros para detectar la información veraz y fidedigna disponible, sin la cual el diálogo público puede sumirse fácilmente en el caos;
  • los debates suelen estar dominados por las emociones más que por los hechos, ya que los algoritmos de las redes sociales favorecen las emociones que impulsan un mayor compromiso con quienes las utilizan y se traducen en mayores ingresos publicitarios;
  • los debates se polarizan rápidamente y con frecuencia se caracterizan por diversas formas de acoso en línea. El trolling y el acoso pueden impedir que la gente participe libremente en los debates públicos y en los asuntos públicos en general. A menudo se utilizan también para silenciar la opinión crítica;
  • las personas interactúan cada vez más en canales cerrados de servicios de mensajería dentro de las redes sociales, lo que conlleva el riesgo de segregarlas de otros grupos y del público. Los debates se están fragmentando, lo que impide a las sociedades crear una base y unas narrativas comunes.

No encontrar respuestas adecuadas a estos retos es muy peligroso

  • Durante la próxima década, cientos de millones de personas se conectarán a Internet por primera vez, la mayoría de ellas en el Sur Global. Las masas de nuevos usuarios, muchos de ellos digitalmente inexpertos y a menudo procedentes de sociedades conservadoras y de bajos ingresos, traerán consigo nuevas pautas y comportamientos de uso, exacerbando los retos actuales y aportando otros nuevos.
  • Los medios de comunicación libres e independientes luchan ahora por sobrevivir, por lo que las y los periodistas, a menos que encuentren contenidos, formatos y canales más adecuados que les ayuden a formar parte del diálogo público en línea, seguirán perdiendo importancia.
  • Los gobiernos utilizarán estas tendencias negativas para introducir normas más estrictas. Los regímenes autoritarios encontrarán más argumentos para aprobar normas más estrictas y utilizarlas para reprimir las opiniones críticas.
  • La innovación tecnológica seguirá estando en manos de empresas con ánimo de lucro, como las plataformas de redes sociales, cuya lógica empresarial no cambiará en lo fundamental.
  • Los intereses comerciales serán los principales impulsores de nuevos y rápidos avances tecnológicos. La expansión de la inteligencia artificial, la Internet de los objetos y la realidad virtual y aumentada alterarán rápidamente el panorama de la información y crearán nuevas vías para comportamientos negativos en línea y métodos de manipulación más sofisticados.

¿Qué es la Innovación para el Diálogo?

La innovación en este campo significa que las sociedades deben poder tomar el control total de sus debates públicos utilizando una infraestructura al servicio del público y no de intereses privados.

La sociedad debe poder definir por sí misma las cuestiones que considera relevantes, en lugar de algoritmos optimizados para aumentar los ingresos publicitarios. Debe poder crear espacios públicos digitales sin barreras y protegerlos de restricciones y manipulaciones.

Si las sociedades no logran desarrollar nuevos enfoques y encontrar nuevas soluciones para contrarrestar los efectos nocivos de la transformación digital en nuestra esfera pública, estas tendencias negativas tendrán un mayor impacto y la cohesión social estará en juego.

La publicación de DW Akademie "El desarrollo de los medios de comunicación en la práctica: Innovación para el Diálogo" (en inglés) analiza cómo el diálogo público puede ser más justo para todas las personas.

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